Sin embargo, no siempre puede ser así. Existen momentos en donde nuestra casa se encuentra cargada, pesada, llena de malas energías.
Cuando sientes que ya no quieres estar en tu casa, cuando llegas y sientes como si no se hubiese ventilado en todo el día o cuando, ni bien entras, tienes ganas de irte porque no aguantas más esa sensación tan pesada que te origina, es porque ha llegado el momento de limpiarla.
Esta limpieza debe hacerse para expulsar las malas vibras y para que la prosperidad y la armonía vuelva a tu hogar.
Limpieza básica.
Lo que debes hacer en esta limpieza es muy sencillo y efectivo, también. Debes limpiar y barrer cada habitación; esto debes hacerlo juntando toda la suciedad en el centro de la habitación, es decir, barrer desde la pared hacia el centro.
Una vez que esté todo esto junto, lleva el polvo con la escoba directamente afuera de cada ambiente.
Cuando todo esté limpio, debes focalizarte y hacer oraciones mientras roceas agua bendita en cada una de las esquinas
Ritual con inciensos y sándalo.
Abre todas las ventanas de tu casa y comienza a caminar por ella con un incienso de sándalo; mientras vas haciendo una limpieza de habitaciones, paredes y pisos con el humo del incienso, debes ir rezando y haciendo oraciones con mucha fe.
Cuando termines cierra las ventanas y prende una vela blanca y colócala sobre un plato en la habitación principal de la casa. Una vez que se consuma toda la vela debes eliminar los restos en algún lugar muy lejos de tu hogar
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